Silencio
- Andres Timoteo
- 3 ago 2020
- 1 Min. de lectura
Silencio
¡Tu silencio tanto me atormenta como me cautiva! Pensar en ti es imaginar el universo, tan inmenso como silencioso. Tan fascinante a los ojos de un niño como melancólico para un poeta. Incertidumbre: sutil tormento de los desgraciados destinados a sufrir por un Dios que se olvidó de ellos. Solo déjame saber si estás molesta conmigo por algo que escribí o solo no tienes voluntad para responderme y no me dejes morir lentamente.. Así es su silencio para mí. No soporto su ausencia. Busco, incansable e ingenuo espíritu, la manera en que el tiempo, preso suyo, pase sin recordar su nombre. Nada sucede. Nada excepto este vacío que lo llena todo. ¿Cómo puede depender mi estado de ánimo de ella? No necesito tenerla a mi lado, solo saber que piensa en mí. Puede decirme una última oración, antes de su despedida, y la conservo en mi alma, recito para mí sus palabras, esculpo en mi memoria, con suaves martilleos, como el joven artista ante el inmutable mármol, cada una de sus despedidas. Y es suficiente, su último adiós, para mantenerme vivo, estudiando mil formas nuevas de llegar a su corazón, de lograr que al fin me necesite.

コメント